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NUESTRA
HISTORIA

Conoce la historia de Fuego de palabras y llévate una idea de lo que podemos hacer con tu proyecto

Distintas religiones utilizan el agua para bautizar a sus seguidores. Los han llamado de casi todas las formas posibles: Juan, Pancho, Helena, 6, Britney Cristal, Jhon Crazy.

Los libros sagrados cuentan que el uso del agua en el bautismo es solo el primer paso de este antiguo ritual. Un bautizo con fuego en el cielo (en el otro mundo) será la marca definitiva, nuestro nombre para la eternidad.

Por diferentes motivos: afán, miedo, apego o falta de imaginación a nuestras ideas solemos bautizarlas con agua. Como proyectos temporales y mundanos. 

¿El problema? Emprender implica una gran inversión de esfuerzo, tiempo y dinero. Tenemos pocas chances de alcanzar la gloria y posicionar nuestra marca en el olimpo de los negocios. ¡No podemos darnos el lujo de llamarnos Jhon Crazy!

La buena noticia es que el nombre de nuestro emprendimiento sí lo podemos elegir. ¿Qué pasa si nos bautizamos con fuego desde el principio?, ¿si elegimos un nombre que queramos llevar con nosotros para siempre?

Fuego de palabras existe para ayudar a los emprendedores a atravesar las fases del ritual del bautismo: superar lo temporal y lo mundano, encontrar un nombre que quieran repetir miles de veces y bautizar sus ideas con Fuego.

¿QUÉ  HAY PARA BAUTIZAR?

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